“(…) en el momento en el que uno se sienta cómodo, las cosas dejan de funcionar bien. Hay que estar ligeramente incómodo para estar pendiente de qué cosas se pueden mejorar; si no, se vuelve una fórmula y no se le pone tanto empeño. En cinco años hemos cambiado varias veces de camino; inclusive, estamos pensando en no darle a la sala de proyectos un carácter tan expositivo, sino de laboratorio. Vamos a hacer ‘El colaboratorio’, en donde algunos de los artistas tutores de Escuela Flora van a trabajar con los residentes para que las exposiciones sean resultado de ese trabajo”
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