Gabinete # 17
Colectivo Elvira : Juan Guillermo Tamayo, Luciana Ponte y Marilia Loureiro
Históricamente el gabinete de curiosidades es el espacio que guarda los tesoros y colecciones de cosas extraordinarias encontradas afuera en el mundo. Este ‘cuarto de maravillas’ marca una época de grandes exploraciones y descubrimientos, y a la vez, de explotación y colonización. La relación entre conocimiento y dominación es, quizás, uno de los nudos de tensión más importantes en la configuración de estos espacios.
Usamos la herencia histórica del gabinete de curiosidades para evocar la infancia como un tiempo que análogamente representa grandes exploraciones y descubrimientos, explotación y colonización, encuentros con lo extraordinario y a la vez relaciones de dominación como forma de conocer.
Trasladar una porción de la naturaleza a la vida citadina evidencia algunos mecanismos de poder y crueldad travestidos de ternura y afecto, en donde su domesticación se encuentra casi siempre demasiado neutralizada.
Challenges for the Survival of the Cutest consiste en una instalación de video de dos canales: una serie de entrevistas acerca de episodios desafortunados con mascotas, relacionados con accidentes o torpezas propias de la niñez, y una edición de videos de cachorros tomados de internet, además de una ambientación que ocupa el Gabinete de Flora con imágenes y objetos provenientes de la industria de productos para mascotas. Parte del rodaje del material audiovisual tiene lugar en el evento de apertura de la muestra, en donde el público participa contando sus anécdotas.
Lo que nos interesa es montar un gabinete en el cuál convivan la representación de lo tierno con los relatos de episodios desafortunados. Ese cortocircuito entre ambos registros pone en conflicto la propia construcción de imágenes apacibles, como la infancia, las mascotas, la naturaleza, los descubrimientos, la ‘maravilla’, lo tierno y trae a la superficie otras dinámicas que configuran esas relaciones.
Recurrimos al humor y a la memoria como herramientas críticas. El humor abre la posibilidad de la ambigüedad y propone la contradicción como método – ser a la vez violento y amable, incendiario y apacible. La memoria no exactamente como el ‘pasado’, sino como instrumento del presente, que construye contra-narrativas, rompe la naturalización de imágenes y su respectiva producción de afectos.
Este proyecto fue posible gracias al apoyo de algunos amigos, a quienes quisiéramos agradecer: Carlos Lerma, Santiago Pinyol, Juan Echeverry, Andrea Quitián Naranjo, Mario Santanilla y a todos los entrevistados que nos regalaron sus anécdotas.