Good night good night everybody
Everybody everywhere
Good night
Tras no exponer de manera individual desde 2001, Juan Lealruiz presenta en FLORA una breve serie de obras realizadas en los últimos años. Lealruiz salió de Colombia hace más de tres décadas y reside en Milán, Italia, en donde ha creado con los años una casa y estudio en donde cada detalle está estudiado y cada superficie cuidadosamente pensada para que arte y vida estén tan intrincados que sea imposible separarlos; este conjunto arquitectónico es considerado por el artista como parte integral de su obra. En años recientes ha hecho lo mismo con una casa de campo en las afueras de Bogotá. La operación de traslado de uno de los muros de su casa (Muro de familia, 2008) a la sala de proyectos de FLORA requirió, en consecuencia, una larga e interesante discusión por más de un año sobre cual es el lugar de la obra de arte, y qué sucede cuando viaja de su contexto de producción al de exhibición.
Nótese que se las medidas de tiempo aparecen de manera recurrente en el párrafo anterior: si hay una palabra que defina el trabajo de Lealruiz (que se mueve indistintamente entre la fotografía, la escultura, el dibujo, la instalación, el sonido, el paisajismo y la arquitectura), es tiempo, y más específicamente paciencia. Cada obra requiere de largos periodos para ser conceptualizada y aún más en ser realizada. Varias de sus obras requieren la participación de otros, como la serie de fotografías de todas las personas que visitan su estudio, la cual tomará muchos años en ser terminada. Lealruiz ha construido su estudio de tal manera que con el transcurso del tiempo se irá cubriendo por completo de enredaderas, y ha realizado obras que sólo estarán listas cuando las plantas que las invaden sean adultas. Una de las obras que mejor ejemplifica tanto el cruce entre arte y vida como la noción de tiempo en su obra es su página web. La página es un diario vital exhaustivo, un archivo en línea de todas sus obras, sus cartas familiares -inclusive las más íntimas- los certificados, carnets, cartas oficiales, diplomas, y en general cualquier documento de cierta importancia relacionado con su vida desde que era niño hasta el día de hoy. Así como no hay razón para afanar el transcurso de la vida, tampoco la hay para afanar la ejecución de una obra, la cual llegará a su fin en el momento apropiado, o continuará su curso sin un término preciso.
Volvamos pues a Muro de familia. La obra es un conjunto de dibujos realizados por el artista en diferentes periodos, objetos decorativos, muebles, lámparas y en particular fotografías familiares y de amigos en diferentes momentos de sus vidas, algunas originales, otras reencuadradas y ampliadas a otros tamaños, todo ello colgado en el muro en muchas filas, acumuladas como en un salón decimonónico. El conjunto de objetos e imágenes crea una trama de relaciones que para el artista tiene un sentido preciso -no así para el espectador, quien sin embargo puede establecer relaciones más de orden formal. Pero el retrato familiar tiene la particularidad de constituirse a partir de arquetipos: la fiesta de colegio, la reunión familiar, el baile de graduación, la fiesta universitaria, la cena conmemorativa, el paseo. En ese sentido, todos podemos sentirnos identificados con estas fotos de otros porque aluden a situaciones que nos son comunes.
La exposición está complementada por otras piezas: Espacio invisible (2013), Santísima Trinidad (2012) y Good Night (1998). La primera, una gran roca traslúcida que cuelga del techo, representa aquellos espacios incognoscibles al interior de cada quien, los cuales tratamos de encontrar para entendernos y aceptarnos; los espacios en blanco entre las fotografías de Muro de familia son también espacios invisibles de relaciones interpersonales, y en ese sentido hay puntos de contacto entre ambas obras. estas dos piezas refuerzan otro rasgo característico del trabajo de Lealruiz: la fragilidad. Más que frágiles en si mismos, sus trabajos aluden a la condición humana y a la vulnerabilidad del individuo.
Precisamente a esta vulnerabilidad alude una de las obras de esta exposición, Santísima trinidad, pieza inspirada por una pérdida familiar. Santísima trinidad es una cruz que representa la conjunción de amor y firmeza conformada por un ángulo metálico rígido -la norma- y una delicada pata de ciervo.
En el Archivo audible se presenta la pieza sonora Good Night, que lleva el título de la última canción del llamado álbum blanco de los Beatles. Good Night consiste en el sonido de texto del catálogo de una de las últimas exposiciones individuales de Lealruiz, siendo mecanografiado.
Una cuarta pieza, que ocupa el lugar que dejó libre Muro de familia, estará exhibida de manera privada en el estudio de Lealruiz, pero no por ello podemos dejar de hacernos una imagen mental: en la pared se disponen en una trama regular todas las páginas de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, la monumental saga de una estirpe condenada. Cada página tiene el texto borrado con blanqueador excepto por los nombres propios, que en esta novela son multitud. La acumulación de nombres, en ocasiones muchos por página, da la dimensión de las interacciones humanas en la novela, y es en cierto modo otra versión, más universal, de la compleja trama de relaciones presentes en Muro de familia, el árbol discontinuo de una genealogía muy personal.
José Roca, 2014.
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Good night good night everybody
Everybody everywhere
Good night
After not having a single exhibition since 2001, Juan Lealruiz presents in FLORA a brief serie of works from the last years. Lealruiz left Colombia more than three decades ago and residences in Milan, Italy. There, he has build a house and a studio were every detail is studied and every surface carefully thought, so that art and living are so intricate that it should be unpossible to seperate them. This architectorial ensemble is considered by the artist as a integrated part of his work. In the recent years, he has done the same with a country-house near Bogotá.
The project of transfer the things from one wall of his house (Muro de familia, 2008) to the FLORA project room needed consequently a long and interesting discussion, for more than one year, about what could be a good place to exhibit the work and what happens when it travels from the production context to the exhibition.
Someone said that the measurements of time appear declinig it the previous paragraph. If there is a word, which defines the work of Lealruiz (that moves indiscrimately between photography, sculptures, drawing, intallation, sound, landscaping and the architecture) it is time and more specific: patience.
Every work needs a lot of time to be conceptualized and even more to be realised. Serveral of his works need the participation of other (like the photo serie of every person who visited his studio, which will take many years to be finished). Lealruiz has constructed his studio so that it will be completely coverd of creepers, by the passing time and has made works that will only be finished when the plants that invade it are fully grown. One of his works that illustrate better the crossing between art and life as a time notion is his webpage. The page is a lifelong diary, an archieve with the same style like all his works. His family cards – the most intimes inclusive – the certificates, cards, official letters, diplomas and in general any document, that is important in his life, from his childhood until now. Like there is no reason to accelerate life nor to accelerate the implementation of a work which will come to its end at the right time or it will continue without a precise term.
Let´s return to the Muro de familia. The work is an ensamble of drawings, made by the artist in different periods: decorative objects, furniture, lamps and especially photos of friends and family in different moments of life. Some pictures are originals, others re-framed and extended to other sizes. All of this hung on the wall in many lines, accumulated like in a nineteeth-centuary lounge. The ensemble of objects and images creates a plot of relacions that the artist has a presise sense for – not like an spectator, who still can establish the relations in a formal order. But the family portrait has the peculiarity of beeing constituted from archetypes: school party, family meetings, graduation dance, university party, memorial dinner, the trip. So, we all can identify ourselves with these photos of other people because we take the situations that we have in common, personally.
The exhibition is completed by the works: Espacio invisible (2013), Santísima Trinidad (2012) and Good Night (1998). The first piece, a big translucent rock that hangs on a roof, represents the unknown spaces inside of everybody, in which we are trying to understand and to accept each other. The white spaces between the photos of Muro de familia also are invisible interpersonal relation spaces. So, there are connection points between the two works. These pieces reinforce another typical caracteristic of Lealruiz’ work: the fragility. And even more than fragile, his work allude to the human nature and to the vulnerablility of an individual.
Especially one of the works alludes to the vulnerability of this exhibition: Santísima trinidad, insprirated by a familar loss. Santísima trinidad is a cross that represents the connection between love and persistence, symbolized by a rigid metallic angle and a delicate deer paw.
In the Audio Archive the sound piece Good Night is presented. This work has the title of the last song of the White Album of the Beatles. Good Night is the typing sound of the text of the catalog of one of the last single exhibitions by Lealruiz.
The fourth work, which stands on the free place next to Muro de familia, is exhibited in the same way as the studio of Lealruiz- but not that he can show a mental image to us. At the wall the artist aranged all pages of Garbiel García Márquez book Hundred Years of Solitude, the monumental saga of a cursed origin. On every page the text was ereased with bleach, exept of the names which are many in this novel. The accumulation of names, sometimes many on one page, shows the dimension of the human interaction in the novel. And in certain way, it is another version, more general, of the complex story of present relations in Muro de familia, the discountinous tree of a very personal genealogy.
José Roca, 2014
