Gabinete #23
Los gabinetes de curiosidades o cámaras de las maravillas que se hicieron populares durante el Renacimiento, se caracterizaban por la acumulación, clasificación y exhibición de imágenes y objetos singulares generalmente traídos de otras regiones.
Hoy en día nuestro modo de acercarnos a otros lugares se ha vuelto mucho más inmediato y “superficial” en el sentido material. Las pantallas de nuestras computadoras y teléfonos móviles se han convertido en esas nuevas ventanas a través de cuya retícula de píxeles navegamos y capturamos todo aquello que atrapa nuestro interés. Vemos la realidad representada en imágenes más que los objetos. Nos hemos acostumbrado a una percepción que va más allá de la duplicidad que defendiera Richard Wollheim quien reflexionaba sobre cómo al observar una imagen se ve simultáneamente el objeto representado y la superficie bidimensional modelada de la imagen. Hoy esa superficie se ha vuelto intangible y su acumulación, simultaneidad y solapamiento son casi infinitos. Existe tras la pantalla de nuestras computadoras un inabarcable gabinete de curiosidades en el que materializamos mentalmente aquello que se nos presenta como superficie-luz.
Lobera plantea una revisión del concepto tradicional de Gabinete de curiosidades repensado desde la era digital y virtual (esta última entendida en relación al mundo visual tras los dispositivos electrónicos, y también concebida en su significado filosófico: aquello que existe en potencia pero no en acto).
Pone así en diálogo el consumo de los objetos como imágenes intangibles y digitalmente maleables, con la producción artesanal aún presente y viva en los talleres familiares de San Felipe y Chapinero y que configuran un particular paisaje de manufacturas locales.
A través de otras concepciones matéricas, pero basadas en interpretaciones digitales, el observador puede configurar su propia imagen del original ausente. Materia y lenguaje informático conviven simultáneamente en el espacio del Gabinete de FLORA, funcionando como vitrina pero también como escaparate, ventana y pantalla al mismo tiempo.
Adriana María Pineda, curadora en residencia, Beca Scarpetta
Almudena Lobera es artista visual licenciada, máster en Arte Creación e Investigación de la Universidad Complutense de Madrid, y recientemente laureada en el programa post-académico de estudios avanzados en Arte HISK, Gante, Bélgica. Ha participado en múltiples exposiciones colectivas y presentado exposiciones individuales en la Galería
Max Estrella, España (2016); ECCO Cádiz, España (2015); Galería Arróniz, México (2015); Museo ABC – ARCO (2013), entre otras. Entre losreconocimientos que ha recibido cabe destacar: el Premio INJUVE Creación Joven-Proyectos 2011, el Premio Generación 2012 de Obra Social Caja Madrid; el Premio Del Plano al Cubo 2012, el Premio Museo ABC Proyecto-Sala4 2013. Forma parte de la plataforma de artistas Oral Memories y del Archivo de Creadores Matadero Madrid y ha colaborado con el Museo Reina Sofía, donde impartió en el verano de 2011 el taller “Reinventar el Espacio con Almudena Lobera”
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Evento apoyado por la Alcaldía Mayor de Bogotá a través del Instituto Distrital de las Artes – Idartes