Y sí, pienso en todos “juntos”.
Y si habitáramos juntos y nuestra vibración fuera una y la misma vibración…
Si el amor no fuera solo el contacto de dos superficies cutáneas…
Si sintiéramos que esa vibración, que es inmaterial, se va transformando en una vibración líquida…
Si empezáramos a reconocer esa vibración como una voz…
Si habláramos todas las lenguas de los hombres y de los ángeles…
Si de pronto alcanzáramos a reconocer esa voz…
Si alcanzáramos a distinguir esas palabras…
Si se silenciaran las palabras…
Si en el silencio pudiéramos recordar cómo resuenan las palabras…
Si las palabras vuelven y son las mismas…
Si las voces nos dicen dónde estamos…
Si las voces nos dicen de dónde venimos…
Sí.
Oímos una voz que dice que en el Génesis dice que Dios dice que le dio a Adán una compañera idónea.
No.
En el Génesis dice: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
Si las voces no volvieran…
Y si volvieran… Pero no volvieran a repetir las mismas palabras…
Si las voces no repitieran que hubo una voz que dijo “hágase la luz”, que llamó a la luz “día” y a la oscuridad “noche”, que llamó al firmamento “cielo” y a lo seco “tierra”, y al conjunto de las aguas “mares”; una voz que dijo: «produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.», y que dijo: «haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche», y que dijo: «bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra contra el firmamento celeste.», y que dijo que «sean fecundos y multiplíquense”; y que dijo: “hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra”, y: “sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla.”
Y si nuestras voces no repitieran jamás las palabras dichas por otras voces…
Y si en vez de creer creáramos nuevas relaciones entre las palabras para crear nuevas relaciones con el mundo…
Si nuestra voz no fuera nunca otra voz, si fuera solo una voz, si fuera una sonoridad líquida, sin tiempo, sin definir luz u oscuridad, sin límites…
Y si esa voz ni siquiera hablara sobre nuestras superficies cutáneas…
Si nuestra vibración fuera una y la misma vibración…
Sí.
“Juntas” es una invitación a “luchar por lo que uno es realmente”.
Beatriz Eugenia Díaz
Marquiso y Martínez entienden su práctica alejada de las clasificaciones de género y formato estructurados, y apuestan por la intersección de disciplinas. El proyecto Juntas // Proyección sonora propone una experiencia cinematográfica expandida que surge de su película Juntas, próxima a estrenar. Aquí el espactador, en un recorrido audible, es invitado a viajar por el caribe colombiano, evocado a través de su música, sus sonidos y voces propias.
Nadina Marquisio. Rosario, Argentina; 1985. Artista multidisciplinar Laura Martínez Duque. Bogotá, Colombia;1987. Directora de cine y periodista. Desde hace más de 10 años trabajan sobre la imagen, su poética y estética. Se han interesado por la creación en el teatro, la perfomance, la música y el cine documental. Fundan Gallito Films para llevar a cabo proyectos audiovisuales. Participaron con sus cortos en festivales de cine, entre otros Clermont Ferrand, Curtacinema, Huesca, Bafici y Uppsala. Su primer largometraje documental, JUNTAS, fue posible gracias al estímulo de Proimágenes Colombia. Tuvo su premiere en Cinéma du Reel en París y se estrenará en Colombia en octubre de 2017.
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Evento apoyado por la Alcaldía Mayor de Bogotá a través del Instituto Distrital de las Artes – Idartes